Escribir un mensaje al volante tiene el mismo riesgo que conducir borracho
El 19 de octubre de 2011 una interrupción en la conexión a los servicios de un operador móvil dejó a los usuarios de Dubai y Abu Dhabi sin poder utilizar sus teléfonos móviles. En los días que duró el problema técnico, los accidentes de tráfico bajaron un 20 por ciento en Dubai y un 40 por ciento en Abu Dhabi.
«Escribir un mensaje de texto al volante entraña el mismo riesgo que circular borracho». Así lo indica un informe del Real Automóvil Club de España (RACE) y Microsoft que concluye que las distracciones mientras se conduce son ya la primera causa de mortalidad en las carreteras españolas, con 649 fallecidos en 2011 (sin datos de Cataluña). Especialmente, las distracciones que tienen que ver con el uso de teléfonos móviles.
La conducción distraída o desatenta aumenta los riesgos de sufrir un accidente o de provocar que otros lo sufran. El conductor no es capaz de detectar un problema en la vía y reaccionar a tiempo, comete errores en la conducción como salidas del carril y ralentiza la toma de decisiones. Algo parecido a lo que ocurre cuando se conduce bajo los efectos del alcohol.
No todas las distracciones tienen que ver con el uso del teléfono móvil en la vía. También se recogen algunas como comer y beber al volante, fumar, mantener una discusión con algún ocupante del vehículo, así como estar pendiente a mascotas o niños que viajan a bordo, manipular el navegador o GPS, leer mapas...
La accidentalidad mortal según el tipo de vía y como causa de una distracción, se manifiesta en aquellas vías con mayor número de siniestros, como es el caso de las carreteras convencionales, y es precisamente en estas carreteras donde se ha producido un aumento en la cifra de accidentes mortales, sin contar con los datos de Cataluña.
Existen diferencias estadísticas por accidentes por distracciones en las Comunidades Autónomas, con datos muy desiguales en cuanto a reducción de la siniestralidad. Mientras que los datos generales de accidentalidad bajan, si hablamos de distracciones incluso aumentan. Durante el año 2011 —y sin considerar los datos de Cataluña— uno de cada seis accidentes mortales por distracción en España se produjo en Andalucía.
Ciclistas y peatones distraídos
El peligro de accidente por distracción no solo viene provocado por quien conduce un automóvil. Los peatones, sobre todo los más jóvenes, a menudo caminan por la calzada y cruzan carreteras absortos en sus teléfonos móviles. Es lo que se ha denominado «atropello tecnológico».
En lo que se refiere a los ciclistas, muchos de ellos transitan escuchando música con los auriculares puestos. Sin embargo, el uso de auriculares está sancionado tanto para los conductores de automóviles como para los ciclistas. Solo en Barcelona, las multas impuestas a ciclistas por circular con los auriculares puestos se multiplicaron por dos, pasando de 333 en 2010 a 603 en 2011, mientras que las sanciones por saltarse un semáforo se mantuvieron estables.
El teléfono móvil, así como otros elementos susceptibles de ser manipulados, tiene una mención específica en la legislación española, y está sujeto tanto asanción como a pérdida de puntos. Pese a que los conductores dicen ser conscientes de la peligrosidad que implica su uso, son todavía numerosos los que siguen utilizándolo mientras van al volante.
Según datos provisionales, durante el año 2011 los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil impusieron 125.964 denuncias por utilizar el teléfono mientras conducían.
Más de la mitad de los conductores encuestados en el estudio reconoce haber visto a otros usuarios manipular el teléfono en actitud de consultar o enviar un mensaje, correo, SMS..., aunque solo un 16 por ciento reconoce haberlo hecho. Además, el 15 por ciento de los usuarios ha sufrido una situación de riesgo por un móvil, y la mitad de los conductores reconoce haber hablado por el móvil sin utilizar un sistema manos libres.
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