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sábado, 23 de junio de 2012

Los nuevos supervisores de cansancio que aportan algunos modelos suponen una ayuda inestimable.

La campaña anual «Un refresco, tu mejor combustible» que desarrollan el RACE y la Asociación de refrescos ANFABRA demuestra el riesgo que entreña la fatiga y la somnolencia en la conducción. Así lo avalan vídeos como el que acompaña estas líneas, que alerta acerca de un peligro que supone la cuarta causa de mortalidad en las carreteras españolas.
Algunos consejos para afrontar largos desplazamientos desplazamientos en verano pasan por dejar preparado el coche la noche anterior y descansar bien durmiendo toda la noche: dormir menos de seis horastriplica el riesgo de sufrir accidentes en carretera. Y además:
- Es interesante evitar salir de viaje al terminar de trabajar. Incluso si se termina pronto, siempre se estará cansado al comenzar la travesía.
- Antes de emprender un viaje largo, descansar lo suficiente. La fatiga disminuye el campo de visión, alarga los tiempos de reacción y dificulta la coordinación psicomotriz y la capacidad muscular.
- Parar cada dos horas o al menor síntoma de cansancio, pues mantener una atención constante durante un tiempo prolongado produce fatiga.
- Cada parada debe durar al menos entre 15 y 30 minutos; bájar del coche y tomar un tentempiém hacer ejercicios de estiramiento de articulaciones (cuello, pies, piernas y brazos) y de espalda y aprovechar para comer algo ligero y beber un refresco es muy recomendable.
- Hay que beber aunque no se tenga sed, ya que cuando aparece esta señal existe un cierto grado de deshidratación. El aire acondicionado del coche provoca síntomas asociados a la deshidratación del organismo (sed, sensación de sequedad en la garganta, fatiga) que pueden afectar a la conducción.
- Evitar comidas copiosas antes y durante los desplazamientos y optar por comidas ligeras y frecuentes a lo largo del día, acompañadas de agua, zumos o refrescos. Una fácil digestión ayudará a mantener la atención y a reaccionar con rapidez ante todo tipo de imprevistos en la ruta.
- No beber alcohol bajo ningún concepto: el consumo de cualquier tipo y cantidad tiene efectos inmediatos sobre la conducción.
- Si se toman medicamentos, tener en cuenta que pueden provocar somnolencia, y algunos tener efectos directos sobre la visión o la coordinación. Conviene consultar con el médico antes de emprender viaje.
- No conducir de noche si puede evitarse: el cuerpo conoce sus horas de descanso. Si hay que dormir en el camino, el tiempo y dinero invertido siempre estarán justificados ante la posibilidad de padecer un accidente por culpa de la fatiga y la falta de visibilidad.
- La música puede ayudar, siempre variada para que evitar la monotonía en la conducción.
- No bajar la guardia en desplazamientos cortos: el desfallecimiento por cansancio o sueño puede llegar incluso en trayectos de poco recorrido.
- Al final de los trayectos de largo recorrido aumenta el riesgo provocado por la fatiga acumulada en el trayecto, el calor, los atascos, las ganas de llegar y las posibles retenciones que puedan producirse.
Síntomas para detectar la fatiga:
- Pérdida de concentración.
- Picor de ojos, parpadeo constante, pesadez en los ojos o visión borrosa.
- Calambres musculares, dolores de espalda o zumbido de oídos.
- Somnolencia, o reacciones lentas o inseguras.
- Necesidad de moverse en el asiento.
- Sensación de brazos o pies dormidos.
- Sequedad en la boca o deshidratación.
- Variación involuntaria de la velocidad.
- Dificultad para recordar los últimos km recorridos.
Decálogo para prevenir la fatiga:
1. Aprenda a reconocer los síntomas de la fatiga para reducir sus efectos. En este sentido, modelos como el nuevo Lexus GS450h y otros muchos, como los Volkswagen Passat, CC y Touareg, incorporan detectores que supervisan la atención o la perdida de ésta al volante. En la misma línea actúan las alertas por pérdida no deseada de carril, e instrumentos viales de gran efectividad como las bandas sonoras del pavimento instaladas en muchos tramos de carretera.
2. Deje preparado el coche el día anterior y duerma un mínimo de 7 horas.
3. Durante el viaje, descanse cada 2 horas o 200 km en áreas y estaciones de servicio adecuadas.
4. En cada parada, salga del coche, descanse al menos 15 minutos y realice ejercicios de estiramiento.
5. Conduzca un máximo de 8 horas al día.
6. Asegúrese de mantener el habitáculo ventilado para evitar niveles altos de monóxido de carbono.
7. Manténgase hidratado: la falta de líquidos provoca, entre otras cosas, una reducción de la atención, dolor de cabeza y cansancio muscular.
8. Un bajo nivel de azúcar genera fatiga y falta de atención. Evite que esto suceda durante el viaje.
9. Nunca beba alcohol si va a conducir. Cualquier bebida alcohólica, aunque tenga una baja graduación, disminuye la atención, las capacidades visual y auditiva, retrasa el tiempo de reacción y acelera la aparición de la fatiga.
10. Cuando pare, tome una bebida refrescante: además de hidratarte, ayudará a despejarse y mejorara los niveles de atención.
Y recuerde: la prevención es siempre la mejor herramienta para evitar accidentes, también los causados por la fatiga.

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